Hollywood nunca más ignorará al cine peruano; no después de La teta asustada. Y también el cine peruano nunca más ignorará (es mi oración) al cine hecho por cristianos peruanos; no después de El retorno.

Prefiero categorizar de cine peruano a El retorno y no de cine cristiano. Total, el cristiano es Alex Meza, su realizador, y lo que hizo es simple y llanamente cine. Tampoco lo categorizaría de cine secular, pues el término en sí implica quitar a Dios del asunto, y éste no es el caso.

La premier fue el 7 de Noviembre, y fui invitado no sólo para expectarla, también para comentarla en público, junto a Kathy Serrano, una experimentada actriz y veedora de cientos de cortometrajes. La introducción prologar la hizo Claudio Zolla.

El comentario de Katty fue: «Alex, ¡me haz engañado!«. Es que la historia de solo 8 minutos hace un quiebre total en sus últimos segundos que deja a más de uno bebiendo su propia saliba. Un quiebre que, para un narrador convencional, es su primer fotograma.

A mi turno, comprimí la idea afirmando: «Una historia bien contada». Y si Katty Serrano lo dijo antes, con triple crédito.

Realmente Alex no me invitó para comentarla, sino para criticarla. «Un análisis abierto y amplio» me pidió en su e-mail, y eso intenté muy a pesar de carecer de autoridad en cine, aunque sí con suficiente discernimiento para analizar contenido. Y lo que finalmente dije fue: «Hay que producir algo más que una bonita historia, algo más que una impecable producción, y algo más que un sano entretenimiento».

Entre nos: yo esperaba una película bañada en valores eternos —al estilo Las crónicas de Narnia—; pues para todo lo demás, de sobra hay.

El tema que Alex Meza abordó en El retorno es la resurrección; y ese es un valor eterno: la esperanza contra toda esperanza. Empero en este cortometraje lo asociaron a «empezar de nuevo, sea que ganes o pierdas». Es decir solo explotaron la parte motivacional del tema. ¡O quizá debo esperar la segunda parte!

En fin, ningún productor tiene que agradar a sus críticos, sino a sus convicciones. Y en ese sentido, celebro el apostolado de Alex Mexa en el cine peruano, y espero brindar pronto por algún premio.