Relanzamiento de JPC-Perú

© Youssei Pacheco

Es imposible hablar de historia evangélica del Perú sin mencionar a Juventud para Cristo. Sobre todo si de los ochenta-noventa se trata, años de mayor apogeo.

Hacía poco que me había venido a vivir a Lima, y explorando la movida juvenil capitalina me topé con JPC. Todavía holía a provincianito, sino [quién sabe] habría sido uno de sus activistas. ¡Ganas no me faltaron!

Para el 2000 ya no existía más JPC como la marca favorita de la juventud evangélica. Ya habían iglesias con revolucionarios programas juveniles que sobrepasaba a lo que JPC hacía. Ya no era necesario ser de JPC para predicar en colegios y universidades; las iglesias lo hacían por cuenta propia y con resultados locales.

El sábado pasado pregunté a mis alumnos del Diplomado en Pastoral Juvenil cuánto sabían de Juventud para Cristo. Al ver en sus rostros extrañeza y oír conjeturas y confusiones, les di una micro historia y también les dije que el día anterior estuve en la presentación del nuevo Director Nacional de JPC-Perú, pastor Walter Acosta.

Lo histórico es que Walter, amigo mío, todavía adolescente hizo sus pininos ministeriales en JPC, y ahora ya cuarentón es el director nacional. Y lo doblemente histórico (y que desafiará su unción) será lo que tendrá que presentar como plan de trabajo. Esto de adolescentes y colegios, Compassion lo viene haciendo bien y provechosamente para la iglesia local. Lo de materiales y capacitaciones, medianamente viene cubriéndose con algunos ministerios (como Exploradores del Rey, Icthus Peru, Apoyo Juvenil, FaxJuvenil, Especialidades Juveniles, y ahora último: Soluciones Juveniles). Lo de eventos juveniles, tenemos Apasionados, Parakletos, Nación con Integridad. ¿Qué falta? ¿Sería pecado duplicar?

Estoy muy expectante por lo que está por venir. Más aún si de Walter se trata.

Un comentario

  1. Es una alegría y un Gozo enorme contar con esta nueva aventura, y aun mas desafiante se vuelve si contamos con una persona que conoce a JPC desde su nacimiento ministerial, es verdad que existen muchas técnicas, métodos, estrategias y formas que muchas instituciones han desarrollado en el paso de los años para fortalecer y engrandecer la Obra que Dios nos encomendó. pero lo que estos años depara a esta hermosa institución JPC y su enorme trayectoria no es tanto lo novedoso o espectacular o lo nuevo que se puede esperar de ella, si no que atraves de esta nueva generación y este nuevo desafió es que podamos ver ahora en estos tiempos son LOS RESULTADOS que se debe generar en esta ardua Obra, porque materiales, métodos y técnicas hay de sobra pero escaseamos de RESULTADOS. Creo que ya es tiempo que JPC empiece a recoger los frutos del arduo cultivo del pasar de los tiempos, y no tanto para la gloria de los que se sacrifican y dan su gigantesca experiencia, si no para engrandecer aquel que es Rey y Dios sobre todas las cosas,nuestro amado y salvador Jesucristo.

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